lunes, 9 de diciembre de 2013

TEMA 20 FISIOLOGÍA: CIRCULACIÓN MAYOR

En este tema vamos hablar de las circulaciones arterial, venosa y capilar y de las diferentes presiones que existen.

TEMA 19: CIRCULACIÓN MAYOR; ARTERIAL, VENOSA Y CAPILAR

Hay que distinguir en la circulación sistémica o general la zona arterial de altas presiones, la zona capilar de intercambio y la zona venosa de bajas presiones.

La zona arterial, además de ser una zona de altas presiones es una zona en la que hay que hablar de pulsatividad de flujo, porque el flujo es pulsante en las arteras, y en algunos aspectos funcionales constituye la parte arterial una prolongación del ventrículo, y por lo tanto completa la eyección sistólica.

El circuito circulatorio está formado por distintos tipos de vasos con características propias y distintas unos de otros. Estos vasos los podemos dividir en arterias que son de mayor diámetro, estas arterias se dividen y forman las arteriolas, las cuales se vuelven a dividir formando metaarteriolas, que a su vez se dividen y dan origen a los capilares que son los vasos de menor tamaño. Los capilares confluyen y forman las vénulas que confluyen y forman las venas de distintos calibres.

Las arterias se llaman vasos de resistencia, porque en ellos el volumen y la presión guardan relación lineal, por el contrario, las venas son vasos de capacidad, el volumen y la presión no guardan una relación lineal.

Sistema Arterial
En la circulación general, por las arterias circula sangre rica en oxígeno y el diámetro está entre  0.4 y 2.5 centímetros y en sus paredes existe tejido muscular liso y tejido elástico y que durante cada fase sistólica del ciclo cardíaco por ellas fluye una cierta cantidad de sangre que es el volumen latido y como sabemos el gasto cardíaco es producto de la frecuencia por el volumen latido y por lo tanto el gasto es una medida, una proporción del flujo y entonces podemos definir flujo como la cantidad de sangre que pasa por un punto dado en un determinado momento.

Las variaciones de diámetro a nivel de los vasos influye mucho en la presión arterial y este diámetro puede verse afectado por sustancias químicas exógenas, por sustancias químicas derivadas del metabolismo celular y por el sistema nervioso.

Teniendo en cuenta esto, la presión sistólica a nivel arterial de de 120 mmHg y la diastólica es de 80 mmHg y por lo tanto estos valores se van a ver afectados por los cambios de diámetro que existen en los vasos, pero también se ven afectados por la gravedad, de tal modo que por debajo del corazón las presiones son mayores y por encima son menores. De ahí que la presión arterial tiene que medirse a la altura del corazón.

Además de la presión sistólica y diastólica a nivel arterial existe la presión de pulso que es la diferencia entre la presión sistólica y la presión diastólica. Por lo tanto en condiciones normales estará alrededor de 50 mmHg.

También existe a nivel arterial la presión media que es el promedio de presiones a lo largo de todo el ciclo cardíaco.

Mecanismos normales que regulan la presión arterial. A veces la presión arterial aumenta o diminuye de un momento a otro y en este caso simplemente se pone en marcha un mecanismo de tipo nervioso poco duradero que reestablece o intenta reestablecer el equilibrio, pero otras veces puede suceder que la variación de la presión sucede paulatinamente y en este caso se pone en marcha otro mecanismo que existe a nivel de capilares, de tal modo que cuando hay un aumento de presión se produce un aumento de salida de líquido desde los capilares al intersticio, con lo cual disminuye el volumen sanguíneo y la presión se hace menor. Pero existe además otro mecanismo que funciona siempre a nivel renal que consiste en que cuando la presión sanguínea es alta, las glándulas suprarrenales no liberan aldosterona y por lo tanto el sodio y el agua no se reabsorben y al no reabsorberse lo vamos a eliminar por la orina, por lo tanto disminuimos el volumen y la osmolaridad sanguínea, por consiguiente disminuye la presión.

Cuando la presión es baja se libera aldosterona, se reabsorbe gran cantidad de sodio y agua, aumentamos el volumen y osmolaridad y aumentamos la presión sanguínea.

Hay causas patológicas y no patológicas de hipertensión. Nosotros decimos que existe hipertensión cuando la presión sistólica es superior a 120 mmHg y puede ser provocada por numerosas enfermedades, pero fundamentalmente por enfermedades renales o de las glándulas suprarrenales. En otros casos no existe una causa aparente y hablamos de hipertensión esencial. Existe también una hipertensión relacionada con el sistema circulatorio y esta hipertensión puede ser también patológica o no, la no patológica es la que se produce simplemente con la edad y se debe a que el tejido elástico de nuestras arterias, fundamentalmente de la aorta, se ha ido sustituyendo por tejido fibroso.

Por causa patológica es debido a la arteriosclerosis que se debe a que en la pared de nuestras arterias, fundamentalmente en su membrana interna se forman depósitos de lípidos, sobre todo colesterol que forma placas que pueden calcificarse con sales cálcicas y la pared se vuelve rígida y puede romperse.

La arteriosclerosis tiene un componente genético que es una alteración que empieza a desarrollarse a los veinte años de edad, que se descubre sobre los 70 años y que una dieta equilibrada y con pocas grasas puede ayudar a prevenirla.

La incidencia de arteriosclerosis varía entre el hombre y la mujer. Esto se debe al diferente sistema hormonal. Afecta más a los hombres. En cambio hay más mujeres con hipertensión.


Sistema Venoso
Los conductos que regresan la sangre desde las redes capilares al corazón, constituyen el sistema venoso que está formado por vénulas y venas. Estos conductos se vuelven progresivamente más grandes y de paredes más gruesas a medida que convergen y por lo tanto se reduce su número.

Después de los capilares nos encontramos las vénulas que están formadas por la unión de varios capilares. Su diámetro es aproximadamente de 20 micras y en su pared presentan una sola capa de células endoteliales cubiertas por fibras colágenas y fibroblastos y a medida que se hacen de mayor diámetro y convergen en su pared aparecen fibras musculares lisas y en las grandes vénulas las fibras de tejido conectivo elástico representan formas de una especie de red. Todas las vénulas y sobre todo las más pequeñas son muy sensibles a compuestos que provocan alteraciones en la permeabilidad, pudiendo ser más sensibles incluso que los capilares.

Las vénulas mayores convergen en venas, primero de pequeño calibre, éstas a su vez en venas de mediano calibre, diámetro de 2 a 9 milímetros y su pared está formada por capas típicas de arterias y venas.

Las venas de mediano calibre convergen en venas de gran calibre, pero tienen la capa adventicia mucho más desarrollada, además tenemos que señalar que en las venas de mediano y gran calibre existe en su capa interna unas válvulas formadas por tejido conectivo que tienen forma de media luna, que están en pares, opuestas entre sí y con el borde libre hacia la luz del vaso y además están orientadas en dirección al flujo por eso permiten el paso de sangre en una sola dirección y por consiguiente evitan el flujo venoso retrógrado y su funcionamiento depende exclusivamente de la presión que la sangre ejerce sobre ellas.

Estas válvulas pueden deteriorarse y si se deterioran pueden suceder dos casos;
  • Que permitan el flujo en ambas direcciones.
  • Que no permitan el flujo en ninguna dirección, en este caso se acumula sangre en ese tramo venoso, la vena se hincha y aparecen las varices.
Presiones venosas
La presión media en las vénulas de una persona relajada y en decúbito dorsal (supino) es de aproximadamente 10 mmHg y esta presión disminuye progresivamente hasta llegar a 0.04 mmHg que es la presión que existe en las grandes venas cuando se unen a la aurícula derecha. Esto es un gradiente de presión y este gradiente es el que impulsa la sangre hacia el corazón. Este gradiente de presión es consecuencia de la presión arterial residual que existe en el extremo venoso del capilar. Por esto las venas al estar distendidas constituyen conductos de baja resistencia al flujo y por eso la disminución de la presión desde las vénulas hasta la vena cava es pequeña relativamente porque hemos dicho que las venas eran vasos de capacidad en el que la presión y el volumen no guardaban una relación lineal. De ahí que una vena pueda aumentar su volumen hasta seis veces sin prácticamente un aumento de la presión interna.

Existen varios factores conectados de los cuales depende el retorno venoso:
  1. La fuerza que empuja la sangre venosa es la presión residual existente en el extremo venoso del capilar.
  2. El corazón  cuando está en diástole succiona la sangre que se encuentra en las venas próximas, facilitando por lo tanto el retorno.
  3. El retorno también está favorecido por la presión negativa que existe en la aurícula derecha y la resistencia que se opone al flujo y esta resistencia será mayor en las distales que las proximales. Pero también aquí sobre la presión venosa influye la gravedad y también el estado de las válvulas.
Presión del pulso venoso
La observación fina de la presión o de la pared venosa permite poner de manifiesto la existencia de pulsaciones que siguen el ritmo de la frecuencia cardíaca. Por lo tanto este pulso venoso no es un fenómeno que vaya unido a la pulsatividad de la corriente porque el flujo venoso es uniforme, sino que las pulsaciones venosas son pulsaciones transmitidas por la sangre venosa pero de origen no venoso.

Se pueden distinguir dos tipos de pulso venoso;
  • El pulso venoso de proximidad que se puede observar en las zonas venosas que están situadas en la proximidad de un tronco arterial importante, y es este tronco arterial el que le transmite sus pulsaciones.
  • Es más frecuente que el término pulso venoso se aplique a troncos venosos importantes que están situados en la proximidad de la aurícula derecha y por lo tanto las evoluciones de las pulsaciones a este nivel reflejan las evoluciones de las presiones auriculares. De ahí que ante la dificultad de estudiar directamente las presiones auriculares se utilicen métodos indirectos de registro de las pulsaciones de este gran tronco venoso, por ejemplo las pulsaciones de la vena yugular. Estas pulsaciones nos dan una idea muy fidedigna de la evolución de las presiones auriculares.


Sistema Capilar
Los capilares sanguíneos son la porción funcional del sistema cardiovascular, ya que es a nivel de los capilares en donde se realiza en intercambio de sustancias entre la sangre y el líquido intersticial y entre el líquido intersticial y la sangre.
Los capilares se clasifican en;
  • Verdaderos:
    • Capilares continuos o musculares.
    • Capilares fenestados.
  • No verdaderos = sinusoides.
Los verdaderos son los vasos más pequeños de todo el árbol circulatorio y su diámetro está comprendido entre 7 y 9 micras y su pared está formada por una sola capa de células epiteliales recubiertas por una fina membrana basal y además se observan pequeño poros que se sitúan entre las células endoteliales y de diámetro entre 80 y 90 Å. Estos poros tienen gran importancia funcional, ya que el agua y las sustancias disueltas pasan de la sangre al líquido intersticial a través de estos poros. Y también pasa esta agua y los solutos en sentido contrario desde el líquido intersticial a la sangre por los poros. Por lo tanto es la difusión el proceso fundamental de transporte de agua y de solutos a través de la membrana capilar.

Todos los capilares son muy activos y dependiendo del estado funcional de un tejido, los capilares de este tejido pueden aumentar o disminuir su diámetro y en consecuencia incrementa o disminuye el flujo de sangre a ese tejido.

Todos los capilares están íntimamente unidos a macrófagos y a células mesenquimatosas y además muchos capilares están inervados por fibras del sistema nervioso autónomo.

Existen dos tipos de capilares verdaderos;
  • Capilares continuos o musculares.
  • Capilares fenestados.
Los capilares continuos son los que se encuentran en los músculos liso, esquelético y cardíaco y otros tejidos. Su endotelio es continuo y sus células están recubiertas en el lado externo por una membrana basal y los núcleos de las células endoteliales son ovoides, situados normalmente en el centro celular, pero estas células endoteliales adelgazan sus extremos y de este modo se intercalan con las membranas de las células endoteliales vecinas. Estas uniones entre células vecinas pueden ser lisas o con interdigitaciones y en estas uniones quedan pequeños espacios que son los poros.

Los capilares fenestados se encuentran en glándulas intestinales, en glándulas endocrinas y en glomérulos renales. Se caracterizan por poseer regiones muy delgadas de endotelio. Estas regiones están perforadas por poros de aproximadamente 900 Å y circulares. Estos poros normalmente están cerrados por un diafragma también muy delgado con una excepción, los poros de los capilares glomerulares no tienen diafragma, sino que normalmente están cubiertos. La existencia está relacionada con la función del órgano o tejido que está irrigando, así a mayor función más irrigación.

Existen otro tipo de capilares que son los capilares no verdaderos, que se llaman sinusoides. No son capilares, sino que son un espacio vascular que está cubierto por tejido conectivo y este espacio vascular se prolonga por un lado con el parénquima del órgano y por otro lado con la pared vascular. Fundamentalmente se sitúa en el tejido hepático y a nivel del bazo.

El flujo sanguíneo en los capilares es intermitente, por lo tanto la sangre fluye del capilar al órgano de una forma rítmica y por lo tanto no es un torrente regular. Este flujo pulsátil a través de un capilar tiene relación con la contracción y relajación de las metaarterias y de los esfínteres precapilares y el ritmo suele estar comprendido entre 2 a 12 veces / minuto. Este ritmo de flujo capilar recibe el nombre de vasomoción.

Este ritmo tiene una relación con el nivel de oxígeno y nutrientes en el tejido que está irrigado y no con los cambios regulares de la presión arterial. De tal modo que cuando en un determinado tejido existe una concentración oxígeno y metabolitos adecuada el músculo liso de las metaarteriolas se contrae y por el contrario si en este tejido existe hipoxia las fibras del músculo liso de las metaarteriolas se relajan y por lo tanto la sangre fluye a ese tejido. Por consiguiente, si aumenta la actividad de un determinado tejido la frecuencia de contracciones y relajaciones del músculo liso se hace mayor. Por lo tanto el volumen de sangre que pasa por eses capilares de este tejido también se hace mayor y entonces habrá un mayor aporte de oxígeno y nutrientes. Es simplemente una adaptación a nivel capilar del flujo sanguíneo a las necesidades del órgano o tejido que irriga.

Son dos los mecanismos esenciales por los cuales ocurre el intercambio de sustancias a través de la pared capilar:
  • Difusión
  • Filtración
Presiones capilares
La presión media a nivel de un capilar de de 25 mmHg pero esta presión en la terminación arteriola del capilar es de 40 mmHg y va disminuyendo progresivamente hasta 10 y 16 mmHg en la terminación venosa. Por lo tanto hay un gradiente de presión y este gradiente de presión permite el intercambio de sustancias del extremo arteriolar hacia fuera (de la sangre al intersticio) y en el extremo venoso hacia adentro (intersticio a sangre).


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