viernes, 6 de diciembre de 2013

3. ESQUELETO Y MÚSCULOS (7). SISTEMA MUSCULAR Y MÚSCULOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO.

Muy buenos días!! Continuamos con la segunda parte del tema tres. Ahora toca hablar de los músculos. Comenzaremos con una breve introducción, y continuaremos hablando de los músculos de la cabeza y del cuello.

Los músculos son órganos formados principalmente por tejido muscular, son capaces de mover los huesos unidos por articulaciones móviles o semimóviles, la piel y los órganos internos (como el estómago y el intestino); de hecho, los movimientos de contracción y distensión de los músculos se transmiten a otras partes del cuerpo. 
Según el tejido muscular que los caracteriza, los músculos se clasifican en tres grandes tipologías:

1. músculos esqueléticos: formados por tejido muscular estriado, se insertan en los huesos. Se distinguen dos tipos de musculatura esquelética:
- musculatura voluntaria, son los músculos sometidos al control consciente del sistema nervioso central, que son capaces de contraerse repentinamente, desarrollando una notable potencia durante cortos periodos de tiempo.
- musculatura involuntaria, son los músculos controlados por el sistema nervioso periférico (por ejemplo, los que regulan la postura), que son capaces de desarrollar una potencia mediana en periodos de tiempo más largos.

2. músculo cardíaco: formado por tejido muscular cardíaco dispuesto en fascias en espiral; cada célula tiene la capacidad de contraerse ritmicamente. Todo el tejido se contrae de forma coordinada gracias a un elemento anatómico del que parten "oleadas" de contracción que se propagan por el corazón regulando su latido. El músculo cardíaco puede efectuar contracciones fuertes y continuadas sin llegar a fatigarse.

3. músculos lisos: formados por tejido muscular liso, controlan los movimientos involuntarios de los órganos internos (vasos sanguíneos, bronquios, tubo digestivo, etc.); están bajo el control del sistema nervioso autónomo y reaccionan a los impulsos con contracciones lentas y regulares, que pueden prolongarse largo rato.


Y ahora sí, nos vamos a sumergir en el mundo muscular, espero que este tema os sirva de apoyo a la hora de estudiar!.


MÚSCULOS DE LA CABEZA Y DEL CUELLO

Exceptuando los pequeños músculos del pabellón auricular, del oído medio, del globo ocular, de la lengua, del paladar blando y de la faringe, los músculos craneales y del cuello se dividen en dos grupos, según estén situados sólo en la cabeza o unan la cabeza al cuerpo.

MÚSCULOS EXTRÍNSECOS
Tienen origen en diferentes puntos del esqueleto axial (hombros, cuello, pecho, etc.) y se insertan en los huesos del cráneo; son músculos esqueléticos que determinan la movilidad de la cabeza sobre el tronco. Se dividen en zonas que, generalmente, reciben el nombre de los huesos con los que establecen contacto o el del músculo principal.

MÚSCULOS INTRÍNSECOS
Tienen origen e inserción en el interior de la cabeza. Se trata de músculos esqueléticos necesarios para la masticación y de músculos cutáneos (o pellejeros), con funciones mímicas y de revestimiento. En los animales, los músculos cutáneos voluntarios se encuentran en casi todo el cuerpo: el caballo, por ejemplo, espanta las moscas moviendo la piel, y el gato mueve la piel al ser picado por una pulga. En el hombre, el tejido muscular cutáneo ha perdido esa capacidad de movimiento voluntario, salvo en el rostro: los músculos cutáneos faciales son los únicos que, al proceder del tejido óseo, se insertan directamente en la fascia cutánea profunda. Ellos permiten arrugar o estirar la piel de la cara de innumerables maneras, asegurando su tensión y dando expresión a las facciones. Por ese motivo se denominan también músculos mímicos, es decir, "capaces de expresar mediante un lenguaje no verbal". La comunicación por medio de gestos y expresiones se remonta a épocas anteriores al desarrollo del lenguaje verbal: todos los animales (en especial, los monos antropomorfos) se comunican también mediante actitudes rituales y "expresiones" del hocico. Al cambiar la expresión del rostro, el hombre consigue transmitir su más íntimas emociones. La movilidad del rostro es un lenguaje internacional, válido desde los tiempos más remotos: el gesto que arquea los labios o las cejas hacia arriba tiene una connotación positiva y hacia abajo negativa.
No todos los músculos mímicos son iguales: por ejemplo, mientras que muchas personas pueden mover la nariz, sólo algunas son capaces de mover el cuero cabelludo o de doblar los lados de la lengua hacia abajo. Estas capacidades están determinadas genéticamente. 




Imágenes de los músculos del cráneo y de la cara.

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